lunes, 27 de marzo de 2017

Árbol flor de día (Handroanthus chrysanthus)

Árbol de flor de día (Handroanthus chrysanthus), es también conocido con los nombres de araguaney, flor amarillo, guayacán, zapatillo, zapito, roble amarillo, cañahuate, tajibo, lapacho amarillo o Ipê. En Venezuela fue declarado Árbol Nacional el 29 de mayo de 1948.


Es un árbol nativo de la zona intertropical americana, crece sin problemas en áreas de clima semiárido, en bosques de ambientes secos, en bordes de sabanas, valles o lomas áridas. Es una planta fuerte y tiene el don de crecer casi en cualquier suelo.

Es de mediano tamaño su altura oscila entre 6 y 12 metros, es de lento crecimiento, pero de larga duración. Su tronco es recto, cilíndrico y de unos 60 centímetros de diámetro y las raíces son profundas. Es verde durante casi todo el año pero por unos pocos días se cubre de amarillo, pasa inadvertido hasta que nacen sus flores amarillas.

Su floración y su fructificación se producen durante la época seca (de febrero a abril) cuando está totalmente desprovisto de hojas, de manera que las semillas puedan aprovechar las primeras lluvias del año.

Las flores de este árbol duran pocos días y resulta un atractivo para las abejas que las polinizan, y para los pájaros que buscan el néctar.












viernes, 10 de marzo de 2017

Árbol de pochota, pochote o ceiba (Ceiba Petandra)

La ceiba Petandra también conocida como pochota, pochote o ceiba simplemente ceiba es una especie que llega a alcanzar 40  metros de altura y 3 metros de diámetro; el tronco es recto cubierto por numerosas espinas cónicas fuertes, la copa es redondeada con pocas ramas pero muy gruesas, horizontales y torcidas.


Los frutos son ovalados, globosos y péndulos de color café tostado con tamaño de 8 cm x 4.5 cm hasta 14 cm x 7 cm. Dentro de estos frutos se encuentran numerosas semillas redondas, de 4 a 8 mm de largo, negras, rodeadas por abundante vello sedoso, de color blanco a gris plateado. A este fruto en otros países se le llama Kapok, por esta fibra que acompaña a las semillas, de amplio uso. El algodón le permite a esas semillas redonditas volar y alejarse del árbol que les dio origen.




Existen  alrededor de 4200 especies diferentes que se distribuyen en América, Asia, África, Australia y Madagascar. 

Presencia en México.
La pochota se encuentra en selvas secas y semihúmedas  de nuestro país.
Esta especie la podemos encontrar desde el sur de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Estado de México, Morelos, Veracruz, península de Yucatán, Quintana Roo y en el este de Campeche.


Se emplea en la elaboración de artículos torneados, instrumentos musicales y juguetes, para construcciones rurales, leña y carbón. 

El aceite se ocupa localmente con fines de iluminación y también para fabricar jabones.
La semilla contiene de 30 a 40 % de un aceite que se emplea industrialmente para fabricar margarinas.

La semilla es comestible, cocida o tostada. Las hojas, flores y frutos tiernos suelen comerse cocidos.

La fibra algodonosa que rodea las semillas (kapok) se utiliza en la industria como aislante térmico y acústico en cámaras frigoríficas y aviones. 

Se emplea para rellenar colchones, almohadas, salvavidas, chamarras, bolsas de dormir, flotadores. El kapok es quebradizo e inflamable y no se presta para hilado ni tejido. Cada fibrilla mide de 0.8 a 3 cm de largo, forman pequeño tubos de aire revestidos de cera, haciéndola resistente, elástica, ligera y repelente al agua. Tiene un poder de flotación 5 veces mayor que el corcho y 8 veces más ligera que el algodón.

La pasta residual que queda después de extraer el aceite a las semillas, se aprovecha como alimento para el ganado; es muy semejante a la lanolina, pero inferior a la pasta de algodón.

El aceite se usa como lubricante. Uso potencial: pulpa para papel, papel secante.

La madera suave y liviana se utiliza para fabricar canoas, balsas, salvavidas, acuaplanos, aeromodelos, flotadores, centros para madera terciada, cajas de empaque, acabados de interiores, lápices, chapa, boyas, madera rústica, cabos para cerillos, maquetas, aisladores de sonidos y vibraciones. Madera ligera no duradera.

La corteza se utiliza para sanar heridas, hidropesía, granos, reumatismo, antiespasmódico, emético y diurético; el exudado (tronco) para enfermedades intestinales; las hojas contienen alcanfor; el tallo funciona como antiinflamatorio de postemas y tumores, dolor de muelas; flor (cocción) es usada como emoliente; las hojas la recomiendan para quemaduras, salpullido.

Los frutos tiernos y las semillas tostadas se usan para preparar guisos en algunas zonas de Veracruz.

Esta especie es considerada como árbol sagrado, es tradicionalmente protegida por el hombre; se le encuentra con gran frecuencia en las áreas dedicadas a la agricultura o ganadería como árbol de sombra.

Finalmente, actualmente esta especie es ornamental ya que son utilizados para embellecer las calles de las ciudades.





jueves, 16 de febrero de 2017

CUEVA DE LOS MUÑECOS (PINTURAS RUPESTRES)





LEYENDA (JUAN DEL MONTE / SAN JUAN DEL MONTE)

Cuenta la leyenda que existe un ánima creada por la madre naturaleza la cual se encarga de cuidarla y protegerla, en varias comunidades aún recuerdan, su nombre Juan del Monte o San Juan del Monte.

Dicen que él se encarga de proveer de alimento a los animales, los cuida y los crece, cuida las plantas y los arboles. Muchos tienen la creencia de que antes de entrar a pastizales o montes debes pedirle permiso, dicen “San Juanito bendito amarra tus animalitos con un cordón bendito que voy a entrar al monte” para que él permita el paso y las personas que se encomiendan no encuentren víboras o algún otro animal venenoso.

Aunque Juan del Monte no siempre es tan bondadoso muchas veces camina sobre el monte y sus pasos se escuchan a kilómetros, luego se detiene cuidadosamente acechando a su presa y lo atrapa si misericordia.

Sus presas suelen ser cazadores furtivos, incluso algún campesino que caiga de su encanto, si algún día te descubre haciendo algo para él no muy grato, comienza a silbar y a silbar si no le prestas atención y continúas cometiendo la falta te tira encima un árbol o parte una rama,  te adentra a alguna cueva para dejarte ahí y asustarte, o simplemente te pierde por horas e incluso por años. 

Dicen que a veces le gusta jugar y se divierte por eso entre la cuevas a veces se escuchan ecos de risas, silbidos o ruidos de animales que no perecen a la región; él nunca te molestará si no dañas a la naturaleza.


miércoles, 15 de febrero de 2017

LEYENDA (LA LLORONA)

Se cuenta que en la época de la llegada de los españoles, existió una hermosa mujer indígena que tenía un romance con un apuesto caballero español del que estaba profundamente enamorada. 

Se dice que de esta relación nacieron tres hermosos hijos a los cuales la madre cuidaba y amaba con todo su ser, pero los días y los años seguían pasando entre mentiras y sombras manteniendo a escondidas su relación, la mujer al ver su familia formada y darse cuenta en la necesidad de sus hijos por tener a su padre; comenzó a pedir que la relación se formalizara, el español evitaba la plática con la intención de no formalizar por temor a la opinión de los demás ya que era miembro de alto nivel en la sociedad española y aquel nexo con una indígena iba a afectarle en su estatus.

Tras la insistencia de la mujer y la negación del caballero, un tiempo después, el hombre la dejó para casarse con una dama española de alta sociedad.

La mujer Indígena al enterarse, dolida por la traición y el engaño, totalmente desesperada, tomó a sus tres hijos, llevándolos a orillas del río, abrazándolos fuertemente con el profundo amor que les profesaba, los hundió en el hasta ahogarlos. Para después terminar con su propia vida al no poder soportar la culpa de los actos cometidos.

Desde ese día, se escucha el lamento lleno de dolor de la mujer cerca de los ríos. Hay quienes dicen haberla visto vagando buscando desesperada, con un profundo grito de dolor y lamento que clama por sus hijos.

La culpa no la deja descansar, su lamento se escucha después de la media noche, quienes miran a través de sus ventanas ven una mujer vestida enteramente de blanco, delgada y de largos cabellos llamando a sus hijos “¡Ay mis hijos!, ¡Ay mis hijos!”